Los objetivos de la gestión de tesorería serán los de controlar y prever la situación de liquidez de la empresa en cualquier momento. Debe mantener un seguimiento de los saldos bancarios, los cobros previstos y los pagos que están pendientes.
Una buena gestión de tesorería debe optimizar los gastos financieros (intereses y comisiones) que nos aplica el banco y mejorar la rentabilidad de los excedentes de tesorería.
Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el ingreso no coincide en el tiempo con el cobro, ni el gasto con el pago. El ingreso se produce (y se debe contabilizar) cuando se realiza la venta, y el cobro cuando el importe de esta venta entra en caja o en el banco. Lo mismo ocurre con el gasto, que se efectúa en el momento de hacer la compra del bien o servicio, y el pago se produce con la salida de dinero de nuestra caja o de nuestra cuenta en el banco. Esto se conoce como el Principio Contable de Devengo.
Es posible que a pesar de que la cuenta de resultados es positiva existan dificultades para pagar algunas facturas y es que RENTABILIDAD NO EQUIVALE A LIQUIDEZ.
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Una buena gestión de tesorería debe optimizar los gastos financieros (intereses y comisiones) que nos aplica el banco y mejorar la rentabilidad de los excedentes de tesorería.
Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones el ingreso no coincide en el tiempo con el cobro, ni el gasto con el pago. El ingreso se produce (y se debe contabilizar) cuando se realiza la venta, y el cobro cuando el importe de esta venta entra en caja o en el banco. Lo mismo ocurre con el gasto, que se efectúa en el momento de hacer la compra del bien o servicio, y el pago se produce con la salida de dinero de nuestra caja o de nuestra cuenta en el banco. Esto se conoce como el Principio Contable de Devengo.
Es posible que a pesar de que la cuenta de resultados es positiva existan dificultades para pagar algunas facturas y es que RENTABILIDAD NO EQUIVALE A LIQUIDEZ.
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