Entendemos por gestión de stock el control que llevamos de las existencias de nuestro almacén. Las tres claves que debemos tener en cuenta son no quedarnos sin mercancía, respetar las fechas de caducidad y no tener exceso de productos inmovilizados.
El hecho de no hacer una correcta gestión de stocks puede ocasionarnos pérdida de ventas por falta de un determinado producto, con lo que se transmite una mala imagen al cliente y por exceso de stock se paraliza dinero que puede utilizarse para otros usos, por lo que nos provoca un aumento de los gastos.
Del mismo modo que llevamos un control de la entrada de las mercancías, es necesario tener una hoja de inventario para saber en todo momento las existencias que tenemos de cada producto. Este documento debe servirnos para controlar tanto el stock máximo y el stock mínimo de cada producto.
Los sistemas informáticos actuales de tpv´s, como hemos hablado en otras ocasiones, nos facilitan estas tareas si los utilizamos correctamente, ya que prácticamente todos vienen configurados para llevar un control de stocks desde el propio terminal, restando por cada venta al total del inventario que tiene registrado. Pero aún hay muchos establecimientos que pese a tener estas herramientas no las aprovechan y sólo la utilizan para la gestión de cobros y gestión de comandas, llevar el día a día de la facturación y como mucho analizar las estadísticas de ventas.
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